“Durante las últimas dos décadas, multitud de expertos, pedagogos y educadores han allanado el camino a la digitalización en las escuelas. La presentaban como una ventaja competitiva y aseguraban que la autosuficiencia y creatividad, el mayor razonamiento o la innovación eran algunos de los múltiples beneficios que podrían tener entre los alumnos. Pero al final, nada como un buen libro: al menos esa es la conclusión a la que ha llegado el gobierno sueco antes de anunciar el pasado 15 de mayo la paralización de su estrategia de digitalización en las escuelas.”

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